MAPS Disruptivo 25 años siendo Líder en Ciberseguridad

Ciberseguridad en Mercados Emergentes: Un Imperativo Económico y Social

En un mundo cada vez más interconectado, la ciberseguridad se ha convertido en un pilar fundamental para el progreso socioeconómico de las naciones, especialmente en los mercados emergentes. La rápida adopción de tecnologías digitales y sistemas en línea ofrece enormes beneficios, pero también expone a las economías, sociedades y organizaciones a riesgos cibernéticos crecientes.

Este análisis se basa en el panorama general del libro “Economía de la Ciberseguridad para los Mercados Emergentes” de Estefanía Vergara Cobos (2024), publicado por el Banco Mundial. Esta obra pionera utiliza una base de datos única de ciberincidentes divulgados a nivel mundial durante la última década, compilada mediante el análisis de millones de artículos en 98 idiomas con herramientas de inteligencia artificial.

Un Panorama de Amenazas en Expansión

Las conclusiones del estudio revelan una realidad alarmante: los ciberincidentes divulgados están en aumento a una tasa anual promedio del 21% a nivel mundial entre 2014 y 2023, con un crecimiento más pronunciado en los países de ingreso mediano alto (37%). Este incremento se vio impulsado significativamente por eventos como la pandemia de COVID-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania.

Es importante destacar que los países en desarrollo representan aproximadamente el 30% de los incidentes cibernéticos divulgados a nivel mundial. Sin embargo, el impacto en estos países podría ser más grave debido a su rápida digitalización, menores inversiones en ciberseguridad e inestabilidad política y económica. América Latina y el Caribe (ALC) experimentan el aumento más rápido de ciberincidentes divulgados, con una tasa anual del 25%.

El panorama de los ciberincidentes divulgados está dominado por motivos financieros (74% a nivel mundial), especialmente en los países de ingreso alto (80%). En contraste, en los países en desarrollo, solo el 41% de los incidentes divulgados tuvieron principalmente motivos financieros, mientras que un 59% se debieron a motivos políticos. A nivel sectorial, la administración pública es la más afectada por ciberincidentes divulgados en los países en desarrollo (cerca del 30%), mientras que en los países de ingreso alto la mayor proporción se da en el sector de la atención de la salud.

El Costo Económico Tangible de los Ciberincidentes

El aumento en la frecuencia y los costos de los ciberincidentes representan riesgos significativos para la estabilidad macroeconómica, particularmente en los países en desarrollo. Es crucial considerar que más del 40% de los ciberincidentes no suelen denunciarse, lo que sugiere que el impacto real podría ser mucho mayor.

El estudio demuestra que reducir la cantidad de ciberincidentes divulgados en un país en desarrollo desde el cuartil superior al inferior de la distribución podría aumentar el PIB per cápita en aproximadamente un 1,5% en una década. Este dato subraya la importancia de la ciberseguridad no solo como una medida de protección, sino también como un motor de crecimiento económico.

Incidentes como el ataque de ransomware en Costa Rica en 2022, que paralizó entidades gubernamentales y costó aproximadamente el 2,4% del PIB anual del país, ilustran el grave impacto económico que pueden tener los ciberataques en los países en desarrollo. Además de las pérdidas económicas directas, los ciberincidentes pueden generar interrupciones en servicios esenciales, cortes de energía, problemas en la atención médica y escasez de combustible, afectando directamente la seguridad humana.

El costo promedio mundial de una filtración de datos ha ido en aumento, alcanzando los 4,88 millones de USD en 2024. El costo promedio de un ataque de ransomware también aumentó en un 13% de 2022 a 2023. Estos incrementos afectan de manera desproporcionada a las pequeñas y medianas empresas (pymes).

El Mercado de la Ciberseguridad: Crecimiento y Desafíos

El mercado de la ciberseguridad está experimentando un crecimiento significativo, impulsado por la adopción de la nube y los avances en IA. Se prevé un aumento del gasto mundial en seguridad de la información y gestión de riesgos del 14% en 2024, alcanzando casi el 0,2% del PIB mundial.

A pesar de este crecimiento, la industria enfrenta desafíos importantes, como la baja inversión en investigación y desarrollo (I+D) y una escasez global de profesionales capacitados en ciberseguridad, con más de 4 millones de puestos vacantes en 2023. Esta escasez afecta especialmente a los sectores públicos no militares, a las pymes y a las naciones en desarrollo.

También se observan variaciones en la accesibilidad a los mercados de ciberseguridad, lo que podría otorgar ventajas comparativas a los países de ingreso alto y a las organizaciones más grandes. América del Norte domina más del 50% del mercado mundial. El gasto público per cápita en ciberseguridad en países de ingreso alto supera los 30 USD, en comparación con menos de 1 USD en países en desarrollo altamente afectados.

Además, existen ineficiencias en el mercado de la ciberseguridad que dificultan la asignación eficiente de recursos:

  • Riesgo informático de terceros no internalizado.
  • Rendimientos de la inversión poco claros.
  • Riesgo moral, donde las empresas trasladan las pérdidas a los consumidores.
  • Incentivos no alineados con las necesidades de producir tecnologías digitales resilientes.
  • Asimetrías de información y dificultad para evaluar el riesgo y la eficacia de los productos de ciberseguridad.

Estas ineficiencias pueden ser más pronunciadas en los países en desarrollo.

Recomendaciones de Políticas para Mercados Emergentes

La ciberseguridad es una responsabilidad colectiva. Para los países en desarrollo, se recomienda:

  • Implementar prácticas estandarizadas y seguras de recopilación de datos sobre ciberincidentes para fundamentar las políticas.
  • Promover el desarrollo de una industria nacional de ciberseguridad, apoyando a startups y empresas emergentes.
  • Elaborar planes de acción que involucren a diferentes sectores y partes interesadas.
  • Priorizar la resiliencia en sectores críticos como finanzas, salud, administración pública, energía, transporte e información y comunicaciones.
  • Apoyar programas de capacitación y concientización sobre ciberseguridad.
  • Establecer organismos reguladores sólidos que realicen un seguimiento continuo de la seguridad y la estabilidad.
  • Mantenerse alerta ante posibles “corridas cibernéticas” en el sector financiero.
  • Asegurar que las leyes de protección de datos estén actualizadas y sean efectivas.
  • Promover iniciativas de investigación inclusivas en ciberseguridad y economía de la ciberseguridad.
  • Respaldar un plan de I+D estratégico y personalizado.
  • Abogar por disposiciones de ciberseguridad asequibles para las pymes.
  • Fomentar la colaboración internacional y las asociaciones público-privadas.
  • Realizar un seguimiento del desarrollo y la adopción de tecnologías emergentes como la computación en la nube y la IA avanzada.

Un Compromiso Vital

Proteger la seguridad de nuestro futuro digital depende del compromiso con una ciberseguridad eficiente. No es una opción, es un imperativo vital. Los hallazgos de esta investigación pionera proporcionan información valiosa para la creación de inversiones efectivas en ciberseguridad, con un enfoque particular en los países en desarrollo. Fortalecer el ecosistema digital frente a la evolución constante de las amenazas cibernéticas es esencial para liberar el potencial de las tecnologías digitales y construir un futuro más seguro y próspero para todos.

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